“Hoy mi sueño está en la gestación de un proyecto que una el arte, la música, la comunicación, el bienestar, la protección animal, al tiempo que se puedan cortar los círculos de violencia; la violencia solo genera más violencia, y ya estoy construyendo eso.”
Marofis Broissin es una reconocida comunicadora de radio y medios digitales, su programa de Noche Mágica es muy escuchado al finalizar el día para combinar las baladas con algunas reflexiones, pero su mayor pasión es su comprometida labor como activista en el tema de la protección animal, para ella esta pasión es una entrega, una convicción, es sentirse vivo y tener un sentido para despertarse, a veces se puede confundir con la intensidad, pero es diferente, y hay que tener más cuidado con esta última. Otra de sus pasiones está en el mundo del arte, la música, la pintura, la literatura, disfruta mucho de escribir y componer canciones, ella recuerda su mundo de la infancia sumergida en estos temas y profundas conversaciones sobre las emociones, sentimientos y el desarrollo humano, ya que es hija de un Neurocirujano y una Neuropsicóloga, su hermana es bailarina y ella en esencia es una artista, lo que derivó en que desde chica algunos le dieran el sobrenombre de “Rarofis” pues en verdad su forma de observar, sentir y experimentar la vida ha sido muy peculiar, de ahí que al presentarla evocara la frase que de músicos, poetas y locos todos tenemos un poco, pero algunos cuentan con un grado más.
Si volviera a nacer se enfocaría en ser más ordenada, aunque a veces el caos es parte de un alma de artista, pero cree que podría llevar de mejor forma todo su abanico de actividades; no se arrepiente de nada, pero reconoce que también podría ser menos caótica, aprensiva y dramática; a veces desde su perspectiva estas emociones las puede derivar en la creación de arte y canciones para evitarse un mal momento para ella y para los que la rodean; para Marofis tocar fondo es algo que a todos nos puede pasar y lo debemos experimentar para rediseñarnos e impulsarnos, a veces podemos durar mucho tirados en ello, después ver más pronto una solución, y en una y otra vez, aprendemos a hacer rapell para salir del hoyo, aunque acabemos con un collarín para el alma, pero solo pasando por el fracaso podemos conocer el éxito. De hecho menciona que hace muy poco recibió un duro golpe de la vida, lo que ella llama un ramalazo, de esos que no ves venir y para salir de esos momentos ha aprendido a hacer catarsis en diversas formas, desde entrar en una profunda sesión de llanto, dar de gritos con palabras negativas, o visualizar que pudieras arrancar el dolor, tristeza, coraje o lo que sientes, como si estuvieras sacando unas raíces profundas, nudos y experiencias enramadas que jalas y jalas desde lo profundo de ti para sacarlas con fuerza y enrollarlas afuera como si pudieras hacerlas una bolita de basura para aventarla muy lejos de ti cerrando la puerta y la ventana.
Su mayor miedo a enfrentar está en el daño que pueda pasarle a alguno de sus seres queridos, ya que recuerda mucho una ocasión en que levantó el teléfono para recibir una mala noticia, fue tan fuerte que posteriormente tardó mucho tiempo para que quisiera volver a ser quien contestara el teléfono, ahora sabe que también debe aprender a no preocuparse de más. Por otra parte para Marofis, su mayor talento, está en comunicar, en acompañar al otro con una palabra, con tocarle el hombro o saberlo escuchar, pero en especial reconoce que tiene, y me incluye, al decir que tenemos el don de la comunicación, algo que en lo personal yo considero muy poderoso, pues todas las relaciones de los seres humanos dependen de la forma en la que nos comunicamos.
Su vida suena a “Amor Canino” de Lazcano Malo, al tiempo que como objeto significativo muestra un llavero con el logo de su banda favorita The Beatles, con el que guarda algunas llaves especiales por los recuerdos más que por sean funcionales, y en todo esto se incluye también el collar de su perro “Roperito” quien antes de morir le enseñó a Marofis a ver más allá de lo evidente, pues cuando ella estaba haciendo un gran cambio en su vida, su querida mascota perdió la vista y en estas lecciones de vida ella reconoce que fue él quien le ayudó a ella a quitar su ceguera, compartiendo juntos tres años más de buena vida como una familia.
Si pudiera decirle algo a toda la humanidad sería: “Es tu responsabilidad, es nuestra responsabilidad querernos, hemos venido a este mundo realmente con una misión, la más importante de todas mucho más allá de lo que puedas agregar es divertido, es a sonreír y ser felices, no dañar, principalmente no dañarte a ti; no dañes a los demás, genera círculos virtuosos, cadenas virtuosas, rompe círculos de violencia; haz venido, hemos venido a este mundo, a entrenarnos, a conocernos en una sana introspección que nos permita entonces dar lo mejor que tenemos, lo demás de verdad, lo demás se va, somos una bola de energía que al final algo tiene que dejar, lo platico porque lo practico todos los días”.
Marofis se define como luchadora, sensible y resiliente, y al decir esta última, palabra su voz vibra al percibir el peso y el costo de cada aprendizaje; yo la definiría como el primer día que la conocí cuando la cite para hacerle un casting como locutora de radio hace muchos años, al seleccionarla descubrí a una mujer única, talentosa, intensa y autentica, hoy podría anexarle que es más comprometida, fuerte, madura y si, “Rarofis” sabe ser ella misma sin querer aparentar, vive con intensidad y se conecta al todo defendiendo lo que siente, lo que valora y lo que sueña, y esa es la dosis que vierte con su voz entre las notas cada vez que abre un micrófono.
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